LOS EXPRESIONISMOS. FIGURATIVO Y ABSTRACTO.

El expresionismo figurativo fue un movimiento artístico vinculado sobre todo al mundo nórdico y germánico que tiene sus raíces en el mundo alemán antiguo y en el movimiento romántico del XIX. Con estos precedentes ya puedes comprender que lo esencial del expresionismo va a ser la pasión, una pasión creciente y radical, ligada a la historia de la recién creada nación alemana y a su virulenta historia.

El expresionismo alemán conoció dos diferentes grupos:

Otro expresionismo es el llamado abstracto, posterior en el tiempo y diferente en las formas. Los máximos representantes fueron Marc Rothko y Jackson Pollock. En sus obras lo importante, lo único es el color. Ya no hay contornos, ni figuras ni objetos. La subjetividad del autor y su impulso creativo primario son los exclusivos motores en sus cuadros.


Wassily Kandinsky (1866-1944)

Comenzó como pintor figurativo y terminó siendo abstracto. Ruso de nacimiento se trasladó a Alemania y sus paisajes urbanos los puedes ver aquí, plenos de colores fulgurantes y de pinceladas vigorosas. Lo importante no son los detalles sino el concepto general, de ahí que las figuras no aparezcan más que como conjuntos de manchas de color. Resulta muy representativa esta explosión cromática en el mundo germánico, muy dado al extremismo y a la visión exagerada de las cosas.

En esta exposición puedes deleitarte con tres paisajes urbanos de Munich (Baviera), ciudad en la que Kandinsky vivió varios años.

MURNAU, CASAS EN EL OBERMARKT.

En este rincón urbano se respira tranquilidad y sosiego. Kandinsky pinta con gruesos trazos y una gran variedad de colores pero siempre fuertes y chillones. El conjunto forma un resultado impactante y estético, muy decorativo. A pesar de la supuesta irrealidad de los colores, fíjate que no están tan lejos de lo habitual.

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SALIDA DE LA JOHACHIMSTRASSE.

El expresionismo se caracteriza por una gran fuerza expresiva que domina a la imitación de la realidad, de forma que ésta se nos muestra alterada. Los motivos representados son como caricaturas, fantasmales y grotescos. Son las deformaciones emocionales de lo natural que expresan angustia, desasosiego y una realidad espectral. El colorido es variado e intenso.

Contempla tranquilamente el cuadro “Salida de la Johannistrasse” y verás todo lo indicado. Se pueden identificar las formas, casas, calle, viandantes, pero están cambiados con respecto a un modelo natural, la luz y el color estallan y transforman la realidad.

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LA LUDWIGSKIRCHE.

Vista del pórtico de esta iglesia muniquesa con la multitud entrando al templo. La multiplicidad de puntos de color hace de esta obra una fiesta para la vista. Se trata de una procesión que sale del templo con un paso y la gente espera devotamente su paso. Observa los vestidos, sombreros y pamelas, paraguas....y todo a pesar de la supuesta zafiedad en la representación de los detalles.

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E. KIRCHNER (1880-1938)

Sus formas son angulosas, inspiradas en el cubismo y sus líneas gruesas y rectas.

Sus temas son paisajes urbanos y chicas mirando escaparates o moviéndose por las calles. Por tanto, el movimiento y la luz, reflejadas en los colores son los motores de la obra de Kirchner.

FRANZIE ANTE UNA SILLA TALLADA

La fiereza de los colores y su excentricidad marcan mucho los personajes. Los trazos son vigorosos y la luz es muy intensa. Normalmente en países del norte, muy oscuros debido a la latitud, la gente es muy dada a representarlo todo luminoso y colorista.

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ERICH HECKEL (1883-1976)

TEJADOS ROJOS.

Y no sólo los tejados sino también el cielo y algunas plantas. Tres colores son el esqueleto de la composición: rojo, verde y azul. Y en base a este simple esquema, Heckel consigue un paisaje efectista y atrayente, original e impactante. Disfrútalo y piensa lo bien que quedaría en tu dormitorio.

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EXPRESIONISMO ABSTRACTO. MARK ROTHKO. (1903-1970)

Estas obras te parecerán simples y fáciles. Forman parte de la obra de Rothko y configuran el expresionismo abstracto, surgido en torno a los años 40.

Esta tendencia conocida como Escuela de Nueva York contaba con artistas como Pollock, Kline o el propio Rothko. Se parece al expresionismo figurativo en la potencia del color y su estridencia, siendo el absoluto protagonista. La diferencia es que no se pretende reflejar la realidad sino el mudo interior del artista, por eso es arte abstracto, es decir, no real, no vinculado con nuestro entorno.

Puedes pensar que estas obras las hace cualquiera pero la última cotización por un Rothko en una subasta ha excedido los 4 millones de euros, ¿no está mal, eh?. Y en cuanto al poder decorativo de estos cuatro cuadros, es indiscutible.

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